martes, 23 de febrero de 2016

DOCUMENTO HISTÓRICO 10.3.

TEXTO:

FERNANDO VII ACATA LA CONSTITUCIÓN:


Españoles: Cuando vuestros heroicos esfuerzos lograron poner término al cautiverio en que me retuvo la más inaudita perfidia, todo cuanto vi y escuché, apenas pisé el suelo patrio, se reunió para persuadirme que la nación deseaba ver resucitada su anterior forma de gobierno (...). No se me ocultaba sin embargo que el progreso rápido de la civilización europea, la difusión universal de luces hasta entre las clases menos elevadas, la más frecuente comunicación entre los diferentes países del globo, los asombrosos acaecimientos reservados a la generación actual, habían suscitado ideas y deseos desconocidos a nuestros mayores, resultando nuevas e imperiosas necesidades; ni tampoco dejaba de conocer que era imposible dejar de amoldar a tales elementos las instituciones políticas, a fin de obtener aquella conveniente armonía entre los hombres y las leyes, en que estriban la estabilidad y el reposo de las sociedades. Pero mientras yo meditaba maduramente con la solicitud propia de mi paternal corazón las variaciones de nuestro régimen fundamental, que parecían más adaptables al carácter nacional y al estado presente de las diversas porciones de la monarquía española, así como más análogas a la organización de los pueblos ilustrados, me habéis hecho entender vuestro anhelo de que se restableciese aquella Constitución que entre el estruendo de armas hostiles fue promulgada en Cádiz el año de 1812, al propio tiempo que con asombro del mundo combatíais por la libertad de la patria. He oído vuestros votos, y cual tierno padre he condescendido a lo que mis hijos reputan conducente a su felicidad. He jurado esa Constitución por la cual suspirabais, y seré siempre su más firme apoyo. Ya he tomado las medidas oportunas para la pronta convocación de las Cortes. En ellas, reunido a vuestros representantes, me gozaré de concurrir a la grande obra de la prosperidad nacional. (...) Marchemos francamente, y yo el primero, por la senda constitucional; y mostrando a la Europa un modelo de sabiduría, orden y perfecta moderación en una crisis que en otras naciones ha sido acompañada de lágrimas y desgracias, hagamos admirar y reverenciar el nombre español, al mismo tiempo que labramos para siglos nuestra felicidad y nuestra gloria.

Fernando VII acata la Constitución. 10 de Marzo de 1820. Gaceta de Madrid.


COMENTARIO:


El presente texto es una carta escrita por el Rey Fernando VII para el pueblo de España, especialmente para los revolucionarios, por lo tanto es un documento de carácter público. El texto concierne a asuntos de política interior de España. Se enmarca en el inicio del Trienio Liberal (1820-1823) dando por finalizado la primera etapa del reinado de Fernando VII.

El autor es Fernando VII de Borbón (1784-1833), llamado "el deseado", rey de España en 1808. Tras la expulsión de José Bonaparte, reinó nuevamente desde 1813 hasta su muerte, exceptuando un breve periodo en 1823, destituido por el Consejo de Regencia. Hijo y sucesor de Carlos IV y María Luisa de Parma, fue un soberano absolutista y considerado vengativo y traicionero. Rodeado de una camarilla de aduladores, su política se orientó en buena medida a su propia supervivencia.

El presente texto está fechado a día 10 de marzo de 1820 situado geográficamente en la Gaceta de Madrid. En él, Fernando VII transmite su ideología y justificación de la política futura a aplicar.

Comienza relatando acontecimientos del pasado: el periodo de la Guerra de Independencia y justifica la política conservadora tomada en su primer período de gobierno. Su excusa es haber sido mal aconsejado, de este modo, trata de descargar su responsabilidad. Por contra, los cambios progresistas y la extensión de las luces sí que son ideas que tiene en consideración por sí mismo, o por lo menos es lo que da a entender. Con ello trata de aparentar que es suya la decisión de realizar los cambios políticos.

Considera los deseos de cambio y el retorno a la Constitución de 1812 como detonantes del viaje progresista que ya tenía en mente el rey. La actitud es paternalista, además recuerda veladamente que las concesiones nacen de su condición de rey, También anuncia que se ha iniciado el proceso legal para adoptar esta Constitución, comenzando con el juramento de las misma.


La característica principal de este texto es el cinismo con el que Fernando VII comunica la proclamación, de nuevo, de las Cortes de Cádiz. Se ve abocado a aceptar las peticiones del pueblo que rodea el Palacio Real para evitar mayores consecuencias contra su persona. Su política absolutista contradice por completo las intenciones que desea mostrar en el texto.


No obstante, Fernando VII comenzó a conspirar contra la Constitución de Cádiz al poco de ser redactada.

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